Andrés Arana – TERAPIA EN MOTO:

Hola, mi nombre es Andrés Arana, nacido en Pereira-Colombia. Actualmente tengo 30 años, desde los 8 años mi padre me enseñó a manejar moto en una clásica Suzuki ER 100, que tenía desde el año 81. Después de eso nunca más he podido dejar de andar en moto, usando la Suzuki de mi padre y otras motos prestadas por mis amigos y familiares (en Colombia en más de la mitad de las casas hay una moto); fue así hasta que entré a la universidad y tuve mi primera moto, una Scooter Yamaha Bwis. Después empecé a probar múltiples motos inclinándome más por las motos de velocidad.

El 31 de diciembre de 2012 con 23 años viajé en avión a Santiago de Chile en busca de nuevas experiencias y como primera moto para movilizarme ágilmente en medio del caótico tráfico de la capital, me compré una Bajaj Pulsar NS 200. Un año después y con más estabilidad económica, el excelente trabajo de marketing de la Marca BMW me hizo probar el maravilloso mundo del Bigtrail y comprar una BMW F700 GS a la que llamé “la Panda” por su color blanco y negro y mi amor por los animales. Asombrado por la polivalencia de este tipo de motos me decidí a mezclar mis dos pasiones: las motos y el deseo de recorrer el mundo. Pero a la vez quería hacer que muchas más personas se contagiaran de esta mezcla perfecta y que algún día seamos millones de viajeros en moto en las carreteras; de ahí nació la idea de Crear “Terapia en Moto” en Instagram donde pueden ver cada imagen de esta historia y unirme a la labor que ya habían empezado otros motociclistas que influyeron en mi decisión.

El primer viaje largo fue en diciembre de 2016, lo hice para conocerme como viajero y para preparar la moto, fue a la Carretera Austral en Chile, considerada una de las más hermosas del mundo. Esto fue como empezar a correr sin haber gateado. Al volver a Santiago después de 17 maravillosos días de viaje, manejé durante 13 horas; cada kilómetro lo hice pensando en cómo haría para salir a recorrer todo América, solo quería llegar a mi casa en Santiago y ponerme a trabajar en ello.

Durante los siguientes 9 meses no hubo un día en que no me levantara pensando en qué hacer para lograr mi propósito y fue así como en noviembre de 2017, después de haber vendido todo lo que había conseguido en Chile y no podía llevar en la moto, partí a un viaje ambicioso que llamé “Terapia por Sudamérica”. Viajé por 9 países de Suramérica, todo era felicidad, lugares y gente hermosa, excepto por la Panda (BMW F700 GS) que estando en Colombia, me había dado múltiples fallas y gastado más presupuesto del que me había gastado disfrutando. Esto me obligó a volver a Chile y replantear el viaje.

En abril de 2018 una vez llegué a Chile me dediqué a trabajar y cambié la moto. Me compré una mítica Honda África Twin volviendo a las motos japonesas de las cuales no debí haber salido nunca (pero eso es otra historia).

En diciembre de 2018 Después de equipar la nueva moto que llamé “la Jirafa” por ser un animal alto y africano, emprendí un viaje de prueba terminando de recorrer la Patagonia. A este viaje lo llamé “Terapia al Fin del Mundo (USHUAIA)” y duró un mes.

En enero de 2019 una vez de regreso a Santiago y sin ningún problema mayor, me sentía recargado y como el día que volvía de la Carretera Austral.

¡Era hora de trabajar duro!  me puse un plazo de dos años para tener unas bases sólidas y salir a terminar lo que me faltaba de América. Durante el primer año me levantaba con ganas de trabajar fuertemente y recoger lo necesario para un viaje cómodo, pero la adicción por viajar en mi moto me desconcentraba. Era como si la moto me llamara a montarme y a acelerar sin rumbo.

Finalizando el 2019, Chile tuvo un estallido social, la gente enloqueció (mucho más, aunque no lo crean, igual es otro tema) eso influyó directamente en mis planes y como una bendición de Dios de quien soy fiel creyente, se acomodaron todas las piezas para partir inmediatamente el viaje que llamé “América Terapia”.

Abandoné Santiago el 12 de enero del 2020 para recorrer otros lugares que no había visitado en los viajes anteriores por Chile, Argentina, Perú y Ecuador. Llegué nuevamente a Colombia, donde me tiene parado actualmente La Pandemia del COVID-19  y a la expectativa de cuando podré continuar hacía Centro América.

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DOMINANDO RUTAS: Agradable y motivadora historia del parce (amigo) Andrés, desde sus inicios al día de hoy. Sin duda la calamidad que al día de hoy nos afecta se terminara y tu al igual que todos los motoviajeros y motociclistas seguiremos nuestras respectivas aventuras en moto.

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