Llegó el momento de replantear este concepto.

¿Qué tal, la gente?

“Podemos cosificar a la persona cuando al intentar explicar lo que esta es, acabamos por convertirla en una mera cosa; y también puede ocurrir lo mismo al no comportarnos con respecto a ella conforme a la dignidad que merece. Así pues, se trata de buscar dónde reside la diferencia entre cosa y persona, lo que nos permitirá hacer patente el error que se comete al cosificar a la persona” (Fundamentación de la metafísica de las costumbres, 1993).

A ver, te lo voy a plantear lo más preciso posible. Quiero que tomes tu propia conclusión. 
Ya que estamos en tiempos de cambio, creciendo como seres que resisten y se adaptan, TODO debería ser replanteado. 

Después de 15 años de rodar, he pasado como simpatizante de Clubes de motos y también he rodado en una gran cantidad de encuentros. Tantos años de ruta, me llevaron a cambiar la perspectiva de lo que significaba ser un viajero y porqué no quería ser un Motoquero (obvio, no es algo ofensivo serlo. Es para fundamentar lo primero).

Las razones son simples. No me gustaba la lógica de obediencia de los MC ni las aspiraciones de un MG. Te insisto, no es malo pertenecer a alguno. Es más, el mismo Dominando Rutas es un grupo sin precedentes, porque marca la nueva tendencia: Agarrar la moto, buscar un grupo que vaya a salir sin importar ni cilindrada, sin distinción de género. Ese primer espíritu, me llevo a dar varias vueltas con el Dominando, y ponerme a pensar en este concepto, muy peyorativo por lo demás: “LA MOCHILA”.

Por una parte, la mujer ha sido considerada durante muchos años en el mundo de las motos, como la “acompañante de”, o “propiedad de” – desde la aceptación del código a respetar lo que no te pertenece – y, desde tiempos indefinidos ha sido el referente técnicamente más explícito de cómo alguien puede ser tratado como un objeto.

En otro aspecto, cuando vas de acompañante en una moto, la cosa es simple: Vives la misma pasión que el conductor de la moto, o bien, estás simplemente disfrutando una vuelta por invitación.

Ser un acompañante no es malo, es ir en la sintonía y el mismo camino. Sólo que el control de la conducción no lo tienes tú. Dicho esto, comienzas a disfrutar el mundo de las motos como otro ser alegre, libre y en diversión sana y eterna. Una nueva vida para ti.

Ser identificados como “mochila” desde la “cosificación” de los seres humanos, es algo no muy grato. Entonces comenzamos a mirar el cambio.

Un porcentaje muy alto (del cuál también faltan estadísticas reales) son mujeres. Entonces, chicas comiencen a pensar abiertamente, más allá de la realidad conocida y cada vez que suban a alguien a su moto, suban a ese “acompañante” e identifiquen como tal a la persona. Lo mismo para todos nosotros que llevamos a nuestras parejas o amistades.

Hombres, por igual, aceptemos de una vez que la “propiedad” no es algo grato en el motociclismo, salvo cuando hablamos de nuestras máquinas. todos sabemos lo importante y significativo que resulta que te “toquen la muchacha”. 

Espero que cuándo nos abran las carreteras, junto a tu ACOMPAÑANTE puedan volver a rodar libres y felices, por siempre.

Listo. Queda planteado el cambio de concepto. ¿Cómo lo tomarás?

¡ACOMPAÑANTE!

¡SIGAMOS VIAJANDO!

Carlos Felipe
@cafelipenova / Benelli Rider.
Especialista en innovación y Creatividad.

Joaquín A.K.A Dominando Rutas, fundador del blog, comunidad y marca motociclista “Dominando Rutas (DR)”